En el corazón de Asturias se encuentra Llanera, un concejo lleno de belleza natural y riqueza histórica que cautiva a todos quienes lo visitan. Este encantador rincón de la región se caracteriza por su variada geografía, desde las suaves colinas hasta las montañas imponentes, y está bañado por los serenos ríos Nora y Frade, que añaden un toque de tranquilidad a su paisaje.
Uno de los principales atractivos naturales de Llanera es el monte Santufirme, un paraíso para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Con sus rutas que serpentean a través de bosques frondosos y ofrecen vistas panorámicas, es el lugar ideal para disfrutar de una inmersión completa en el entorno natural de Asturias. Desde sus laderas se pueden observar los campos y valles del concejo, incluyendo el pintoresco pueblo de Lugo de Llanera y la histórica Posada.
En el extremo norte del concejo se alza el pico Gorfolí, el punto más alto de Llanera. Este pico imponente es un desafío para los excursionistas más aventureros, ofreciendo unas vistas espectaculares que abarcan desde las montañas circundantes hasta el mar Cantábrico en días despejados. Su ascenso recompensa a los visitantes con panorámicas impresionantes y una sensación de conquista que es difícil de igualar.
El patrimonio histórico de Llanera es igualmente fascinante. La Iglesia de San Miguel de Villardeveyo, que data del siglo IX, es una de las joyas arquitectónicas de la región. Esta iglesia, con su origen medieval, representa un vínculo vital con el pasado religioso y cultural de Llanera. Su arquitectura, que ha resistido el paso del tiempo, ofrece una visión del arte y la espiritualidad de épocas antiguas.
Otro notable ejemplo de la historia local es la Torre de los Valdés, una imponente edificación del siglo XIV que se erige como un testimonio del pasado feudal de Llanera. Esta torre medieval, construida para cumplir funciones defensivas, presenta robustas paredes de piedra que reflejan la necesidad de protección en tiempos de conflicto. Con su estructura maciza y sus detalles arquitectónicos, como las ventanas estrechas diseñadas para ofrecer vistas controladas y disparos de defensa, la Torre de los Valdés no solo destaca por su papel histórico sino también por su impresionante presencia en el paisaje. Su atmósfera medieval transporta a los visitantes a una época de caballeros y señores, proporcionando un fascinante contraste con las edificaciones más modernas del concejo y sirviendo como un recordatorio palpable de la evolución histórica de la región.
En el siglo XVII, el esplendor de la arquitectura barroca se materializó en el Palacio de Villanueva, ubicado en San Cucufate de Llanera. Este palacio, con su elegante diseño barroco, destaca por sus elaborados detalles ornamentales y su impresionante fachada que captura la opulencia de la época. Las fachadas decoradas, los balcones y los elementos escultóricos reflejan el gusto refinado de la nobleza asturiana durante el siglo XVII. Junto al Palacio de Villanueva, la Casa-palacio de Villabona, también del siglo XVII, comparte el mismo esplendor arquitectónico. Ambas edificaciones sirven como ventanas al pasado, mostrando cómo la aristocracia vivía con lujo y sofisticación. Las intricadas molduras, las grandes ventanas y los espléndidos patios de estos palacios ofrecen una visión fascinante de la vida aristocrática y el arte del diseño de la época.
La Iglesia de Santiago de Arlós, con su arquitectura románica, representa un tesoro arquitectónico dentro de Llanera. Construida en el periodo románico, esta iglesia destaca por sus formas sencillas y elegantes que reflejan la espiritualidad y la estética del arte religioso medieval. Sus muros de piedra, arcos de medio punto y columnas robustas crean un ambiente sereno y contemplativo que invita a los visitantes a reflexionar sobre la herencia religiosa y cultural de la región. La Iglesia de Santiago de Arlós no solo es un lugar de culto, sino también un monumento histórico que preserva las técnicas constructivas y el diseño de épocas pasadas, proporcionando una visión auténtica del arte sacro y la arquitectura de la Asturias medieval.
En el ámbito cultural y recreativo, Llanera ofrece una variedad de experiencias. El Recinto Ferial de Llanera es un espacio versátil que acoge eventos y actividades para la comunidad y los visitantes. Además, el Museo y Circuito Fernando Alonso es una atracción imperdible para los entusiastas del automovilismo. Este museo celebra la carrera del famoso piloto asturiano y ofrece un recorrido interactivo a través de su historia y logros, complementado por el emocionante circuito de carreras que atrae a aficionados de todo el mundo.
La localidad de Villabona, con su encanto tradicional, y la parroquia de San Cucao también forman parte del atractivo de Llanera. En estos lugares se pueden descubrir aspectos de la vida cotidiana asturiana y la calidez de sus gentes.
Llanera se presenta como un concejo asturiano lleno de riqueza histórica y natural, donde cada rincón cuenta una historia única. Desde la imponente Torre de los Valdés y las elegantes edificaciones barrocas del Palacio de Villanueva y la Casa-palacio de Villabona, hasta la serenidad de la Iglesia de Santiago de Arlós, el patrimonio de Llanera ofrece una ventana fascinante al pasado.