Begur, un hermoso municipio ubicado en la comarca del Baix Empordà, en la Costa Brava, fue el destino de mi día de turismo. Este lugar me cautivó con su encanto costero y su riqueza cultural.
Comencé mi recorrido explorando el majestuoso Massís de Begur, una zona litoral que ofrece impresionantes acantilados y paisajes maravillosos. Este espacio costero en la costa catalana es un lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza y contemplar el mar.
Después, me dirigí a Sa Riera, un pequeño núcleo poblacional que cuenta con una hermosa playa de arena. La playa de Sa Riera es amplia y se encuentra encajada en una cala, lo que le brinda una belleza única. Además, en esta zona encontré diversos restaurantes donde pude degustar la deliciosa gastronomía local.
Continué mi aventura en Begur ascendiendo al Puig d'en Malaret, una montaña de 228,6 metros que se encuentra en el municipio. Desde lo alto, pude disfrutar de vistas panorámicas impresionantes de los alrededores. También visité el Puig de Cantallops, una montaña de 173 metros que ofrece una experiencia igualmente fascinante.
No podía dejar de visitar la iglesia de Sant Esteve d'Esclanyà, una iglesia medieval con dos naves y cabecera. Su construcción se remonta a la Edad Media y presenta un estilo arquitectónico románico. La iglesia está ubicada en la Plaça de la Constitució y es un lugar de gran importancia histórica y cultural.
Otra parada obligada fue la iglesia de Sant Pere de Begur, situada en la Plaça de l'Església. Esta iglesia, construida entre los siglos XVI y XVII, exhibe un estilo arquitectónico gótico tardío y barroco. Su imponente presencia y hermosos detalles la convierten en un hito arquitectónico notable en Begur.
Visité la Capella de Sant Ramon, un edificio religioso en el municipio. Esta capilla de planta rectangular, construida entre los siglos XVIII y XX, presenta un estilo arquitectónico barroco. Su ubicación en la Plaça Sant Ramon le brinda un entorno encantador para su contemplación.
Continué mi visita en Begur explorando más de sus destacados lugares.
Uno de ellos fue el Casino Cultural, un edificio ubicado en el corazón del pueblo de Begur. Este edificio de planta cuadrada, construido en el siglo XIX, presenta un estilo arquitectónico ecléctico. El Casino Cultural es un punto de encuentro para actividades culturales y sociales en la comunidad local. Su ubicación en el Carrer del Casino le brinda un lugar céntrico y accesible para los visitantes.
Después, me dirigí a Aiguablava, una hermosa cala ubicada en el término municipal de Begur, cerca del núcleo urbano. Esta cala se caracteriza por su poca profundidad y su fina arena. Aiguablava ofrece un entorno tranquilo y sereno, ideal para relajarse y disfrutar del mar.
No podía perderme el Castell de Begur, un monumento emblemático del municipio. Aunque solo quedan restos del castillo, se pueden apreciar otras ruinas de muros y basamentos. El castillo se encuentra en la parte más alta y central de la población, brindando vistas panorámicas impresionantes. Su construcción data del siglo XVI y es un testimonio de la historia y la importancia estratégica de Begur en el pasado.
Begur me cautivó con su arquitectura diversa, sus hermosas calas y su legado histórico. Cada lugar que visité en este encantador municipio me ofreció una experiencia única y enriquecedora. Desde sus iglesias y capillas hasta sus paisajes naturales, Begur es un destino que combina historia, cultura y belleza escénica de manera excepcional.