Capmany, un encantador municipio situado en la comarca de l'Alt Empordà, fue el destino de mi día de turismo. Ubicado cerca de Figueres, este pintoresco pueblo me recibió con su rica historia y encanto tradicional.
Mi primera parada fue en las Murallas de Capmany, un monumento declarado bien cultural de interés nacional. Estas murallas, ubicadas dentro del núcleo urbano, son los restos de un antiguo recinto amurallado. Construidas en los siglos XIV y XV, representan un testimonio del pasado medieval de la localidad. Su estilo arquitectónico popular añade un toque especial a su belleza.
Continué explorando el patrimonio arquitectónico de Capmany y me encontré con la Baronia de Capmany. Este edificio, ubicado frente a la plaza del Fort, es de planta rectangular y se destaca por su estilo arquitectónico popular. Construido en los siglos XVII y XVIII, la Baronia de Capmany es un símbolo de la historia y la cultura de la región.
Continuando mi visita en Capmany, me dirigí a la iglesia de Santa Àgata de Capmany. Esta iglesia, construida en los siglos XII y XVIII, es un importante punto de referencia en el municipio. Con una sola nave y dedicada al catolicismo, la iglesia de Santa Àgata muestra elementos arquitectónicos románicos. Su ubicación en la Plaça del Fort le brinda un entorno histórico y encantador.
Luego, exploré la Capella de Sant Sebastià, otra iglesia en el municipio. Situada en el centro del núcleo urbano, esta capilla de una sola nave y planta rectangular exhibe un estilo arquitectónico popular del siglo XVII. Su sencillez y encanto tradicional la convierten en un lugar de interés en Capmany.
Caminé por el histórico Carrer Major de Capmany, una calle que ha presenciado el paso del tiempo. Construida en los siglos XVII y XIX, esta calle cuenta historias a través de su arquitectura popular. Recorrer sus adoquines y admirar los edificios antiguos fue una experiencia fascinante.
Luego llegué a la Plaça Major, un lugar emblemático en el municipio de Capmany. Ubicada en el corazón del núcleo urbano, esta plaza ofrece una muestra de la arquitectura popular de la zona. Su encanto y atmósfera tranquila invitan a tomar un descanso y disfrutar del entorno.
Finalmente, me dirigí al puente en el Carrer del Pont, ubicado al sur del núcleo urbano de Capmany. Este puente, construido en 1792, cruza el río Merdançà y destaca por su estilo arquitectónico popular. Su presencia añade un toque pintoresco al paisaje de Capmany.