Creixell es un encantador municipio situado en la comarca del Tarragonès, en la conocida Costa Dorada. Con casi 2 km de playa, es un destino turístico muy popular.
Comencé mi día explorando Les Botigues de Mar, un barrio de Creixell con carácter marinero y edificaciones populares. Esta zona tiene construcciones que datan del siglo XVIII y se destaca por su estilo arquitectónico popular. Está ubicado cerca de la Playa de Creixell, que ofrece un paisaje costero impresionante.
Después, visité la Ermita de la Virgen de Fátima, una construcción sencilla de pequeñas proporciones que data del siglo XX (1952). Esta ermita de estilo arquitectónico popular se encuentra en la calle Velázquez, en la zona de La Coma. Disfruté de la tranquilidad y serenidad de este lugar sagrado.
La siguiente visita fue a la iglesia de Sant Jaume de Creixell, un edificio con una larga historia que se extiende desde el siglo XIV hasta el siglo XX. La fachada de la iglesia es de estilo renacentista y presenta elementos góticos. La iglesia está ubicada en la Plaza de la Iglesia y es un lugar emblemático del municipio.
No podía dejar de visitar el Campanar de Sant Jaume de Creixell, una obra modernista del reconocido arquitecto Josep Maria Jujol, construida en 1917. Este campanario es una muestra del arte único e innovador de Jujol y añade un toque especial al paisaje urbano de Creixell.
Continué mi día de turismo en Creixell disfrutando de la tarde en la Platja de Torredembarra i Creixell, un espacio de interés natural. Estas playas son verdaderos tesoros de la naturaleza, con sus arenas doradas y aguas cristalinas. Pasé el tiempo relajándome en la orilla, tomando el sol y disfrutando de la brisa marina.
Después, me acerqué a la Torre de Ca la Miquelina, una impresionante obra ubicada cerca de la iglesia de Creixell. Esta torre defensiva, con sus 10 metros de altura, es un testimonio del pasado histórico de la región. Su estilo arquitectónico tardogótico y su arquitectura popular la convierten en un punto de interés para los visitantes. Está situada en el Carrer de l'Església, y pude apreciar su imponente presencia mientras exploraba la zona.
Finalmente, me dirigí al Castillo de Creixell, situado en la parte más alta del pueblo. Este castillo de estilo arquitectónico popular tiene una historia que se remonta a los siglos XI y XVI. Su entorno pintoresco y su arquitectura impresionante me transportaron a épocas pasadas, ofreciendo una visión fascinante de la historia de la zona.
Después de un día lleno de descubrimientos culturales y arquitectónicos, me fui de Creixell con una apreciación más profunda de su riqueza histórica y su encanto como destino turístico. Sin duda, este municipio de la Costa Dorada tiene mucho que ofrecer a los visitantes y deja una huella perdurable en todos los que lo visitan.