En el corazón de la Comarca de Caldas se encuentra el encantador municipio de Caldas de Reis, un destino que enamora a los peregrinos que recorren el Camino Portugués de la Ruta Jacobea con sus Balnearios terapéuticos, donde el descanso y la revitalización se convierten en una experiencia inigualable. Entre las montañas del Valle del Salnés y acariciado por las aguas serenas de los ríos Bermaña y Umia, Caldas de Reis ofrece un escenario natural de una belleza sobrecogedora que deja sin aliento a todo aquel que tiene la fortuna de contemplarlo. El imponente Monte Xiabre se erige como un guardián majestuoso de la región, dominando el paisaje con su presencia imponente y ofreciendo vistas panorámicas que quitan el aliento a quienes se aventuran a explorar sus senderos.
Las antiguas Iglesias de Santo André de Cesar, Santa María de Bemil y Santa María en Caldas de Reis son testigos del legado histórico y religioso del municipio, con su arquitectura románica que evoca épocas pasadas y sus campanarios barrocos que se alzan hacia el cielo como guardianes silenciosos de la fe y la tradición. Cada piedra de estas venerables estructuras cuenta una historia que se remonta al siglo XII, cuando fueron erigidas por devotos artesanos que dedicaron su vida a honrar a Dios y embellecer la comunidad.
El Ayuntamiento de Caldas de Reis, ubicado en la Calle Ferrería, es un símbolo de la vida comunitaria y el gobierno local, donde se toman las decisiones que moldean el futuro de la ciudad y se trabaja incansablemente para garantizar el bienestar y la prosperidad de todos sus habitantes. Es un lugar de encuentro y debate, donde las ideas fluyen libremente y se forjan los lazos que unen a la comunidad en su búsqueda de un futuro mejor.
La Iglesia de San Estevo de Saiar, de origen románico y reformada a lo largo de los siglos, es un testimonio vivo de la evolución arquitectónica y espiritual de la región, con su estructura imponente y sus detalles ornamentales que reflejan la destreza y el ingenio de los artesanos que la construyeron. Es un lugar de devoción y contemplación, donde los fieles acuden en busca de consuelo y esperanza, y donde el espíritu de la fe se hace sentir en cada rincón.
La "Carballeira" y el Parque Jardín, junto al río Umia, ofrecen un oasis de tranquilidad y belleza botánica en medio del bullicio urbano, con sus frondosos árboles y sus coloridas flores que dan vida al paisaje y ofrecen un refugio para aquellos que buscan un momento de paz y serenidad en medio del ajetreo diario. Es un lugar donde el tiempo se detiene y la naturaleza se convierte en la protagonista, invitando a los visitantes a desconectar del mundo exterior y sumergirse en la belleza y la armonía del entorno.
La cascada en Segade, alimentada por las aguas cristalinas del río Umia, es un espectáculo natural que cautiva a quienes tienen la fortuna de contemplarla, con su torrente de agua que cae con fuerza y esplendor desde lo alto de la montaña, creando un arco iris de colores y un sonido relajante que envuelve los sentidos. Es un lugar de asombro y admiración, donde la belleza de la naturaleza se manifiesta en toda su gloria y nos recuerda la importancia de preservar y proteger nuestro medio ambiente para las generaciones futuras.
El Puente de Segade, de origen romano y datado en el siglo I d.C., es un monumento histórico que nos transporta al pasado glorioso de la región, cuando estas tierras eran atravesadas por antiguas calzadas y rutas comerciales que conectaban a las civilizaciones antiguas con el resto del mundo conocido. Es un símbolo de ingeniería y arquitectura, que ha resistido el paso del tiempo y las inclemencias del clima, y que nos recuerda la habilidad y el ingenio de aquellos que lo construyeron hace más de dos mil años.
La Fuente de las Burgas, construida a finales del siglo XIX, es otro punto de interés emblemático de Caldas de Reis, donde los lugareños y visitantes acuden en busca de agua fresca y purificadora, y donde se reúnen para socializar y disfrutar de la compañía de sus seres queridos en un entorno tranquilo y relajado. Es un lugar de encuentro y convivencia, donde las personas de todas las edades y procedencias se reúnen para compartir historias y experiencias, y donde la vida fluye con calma y armonía como el agua que brota de su fuente.
El Puente Bermaña, también de origen romano, es un vestigio arqueológico que nos conecta con los antiguos pobladores de la zona y nos transporta a un pasado lejano donde estas tierras eran atravesadas por legiones romanas y caravanas comerciales que llevaban mercancías y mensajes a lo largo y ancho del imperio. Es un monumento histórico que nos recuerda la importancia de preservar y proteger nuestro patrimonio cultural para las generaciones futuras, y que nos invita a reflexionar sobre el legado que dejaremos a aquellos que nos sucedan.
Desde sus antiguas iglesias románicas hasta sus balnearios terapéuticos y sus paisajes de ensueño, este municipio gallego ofrece una experiencia única que invita a sumergirse en la esencia misma de la región. Con sus monumentos históricos, sus parajes naturales y su vibrante vida comunitaria, Caldas de Reis se revela como un destino lleno de encanto y autenticidad, donde cada rincón cuenta una historia y cada momento es una oportunidad para crear recuerdos inolvidables. Es un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan en una danza eterna de tradición y modernidad, creando un ambiente único que invita a quedarse y explorar todo lo que tiene para ofrecer.