Almería, capital de la provincia homónima, se presenta como un destino que fusiona un rico legado histórico con la belleza natural de su entorno mediterráneo. Situada en el corazón del Levante Almeriense, esta ciudad combina fortalezas árabes, catedrales góticas y vestigios industriales con parques naturales y museos que narran su pasado prehistórico y cinematográfico. Desde la imponente Alcazaba hasta las playas vírgenes de Cabo de Gata, Almería ofrece a los visitantes una experiencia diversa que entrelaza cultura, historia y naturaleza en un escenario vibrante y acogedor.
La Alcazaba de Almería, una fortaleza musulmana del siglo X, se alza como la segunda más grande de al-Ándalus, con tres recintos que incluyen palacios, jardines y murallas defensivas. Su posición elevada ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el puerto, evocando la grandeur de la época califal. Los visitantes pueden recorrer sus patios, torres y aljibes, sumergiéndose en la historia andalusí y admirando un monumento que refleja el esplendor de Almería como centro político y militar en la Edad Media.
La Catedral de la Encarnación, construida en el siglo XVI, destaca por su diseño único como catedral-fortaleza, con una planta gótica tardía y robustas defensas contra los ataques piratas berberiscos. Su interior, con capillas barrocas y un claustro renacentista, combina arte y funcionalidad. Los viajeros pueden explorar sus naves, admirar su retablo mayor y descubrir un edificio que simboliza la resiliencia de Almería frente a las amenazas marítimas, consolidándose como un hito arquitectónico y espiritual de la ciudad.
El Cable Inglés, un cargadero de mineral inaugurado en 1904 y atribuido al estilo ecléctico de la escuela de Eiffel, es un icono de la arquitectura industrial del siglo XIX. Este muelle, que facilitaba la exportación de mineral durante el auge minero, se erige como un testimonio de la prosperidad económica de Almería. Los visitantes pueden pasear por su entorno, fotografiar su estructura metálica y comprender cómo la minería transformó la ciudad, dejando un legado que aún resuena en su identidad moderna.
El Museo de Almería, dedicado a la arqueología prehistórica, alberga colecciones excepcionales de las culturas de Los Millares y El Argar, junto con maqabriyyas musulmanas que ilustran el arte funerario andalusí. Sus salas, con piezas como cerámicas, herramientas y joyas, narran la evolución de las sociedades almerienses desde la Edad del Cobre. Los aficionados a la historia pueden disfrutar de una experiencia inmersiva, explorando exposiciones que conectan el pasado remoto de la región con su herencia islámica.
El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, una reserva costera de biodiversidad única, cautiva con playas vírgenes como la de San Miguel y ecosistemas protegidos que incluyen dunas, salinas y volcanes. Este espacio, ideal para senderismo, buceo y observación de aves, ofrece un contraste natural con la urbe almeriense. Los visitantes pueden recorrer sus senderos, relajarse en calas cristalinas y descubrir un paraíso ecológico que refleja el compromiso de Almería con la conservación de su patrimonio natural.
Los Refugios de la Guerra Civil, diseñados por Guillermo Langle en 1938, forman una red de galerías subterráneas construidas como protección contra los bombardeos aéreos. Hoy convertidos en museo, estos túneles narran la experiencia de los almerienses durante el conflicto, con recreaciones de refugios y hospitales. Los viajeros pueden recorrer sus pasillos, conocer historias de supervivencia y reflexionar sobre un capítulo crucial de la historia reciente, que resalta la resiliencia de la ciudad frente a la adversidad.
El Paseo de Almería, la avenida principal de la ciudad, es el corazón comercial y social, flanqueado por palacetes decimonónicos como el Círculo Mercantil y la Casa de las Mariposas. Este bulevar, reflejo de la burguesía del siglo XIX, combina tiendas, cafés y edificios históricos que narran el auge económico de la ciudad. Los visitantes pueden pasear por sus aceras, disfrutar de su ambiente animado y admirar una arquitectura que evoca la prosperidad de una Almería en plena expansión.
La Plaza de la Constitución, conocida como Plaza Vieja, ocupa el lugar del antiguo zoco musulmán y alberga el ayuntamiento y el Monumento a los Mártires de la Libertad, erigido en 1988 en memoria del episodio de los Pingurucho Coloraos. Esta plaza, rodeada de soportales y edificios históricos, es un punto de encuentro para eventos culturales y mercados. Los viajeros pueden explorar su entorno, conocer su historia y disfrutar de un espacio que respira la esencia tradicional de Almería.
La Muralla de Jairán y el Cerro de San Cristóbal, fortificados en el siglo XI, conservan restos de defensas califales y cristianas que protegían la ciudad. Desde el cerro, coronado por una estatua de San Cristóbal, se obtienen vistas privilegiadas del puerto y el casco antiguo. Los visitantes pueden recorrer estos vestigios, imaginar las batallas que marcaron la historia de Almería y apreciar un enclave que combina arqueología con paisajes urbanos, destacando su importancia estratégica en la Edad Media.
La Iglesia de San Juan Evangelista, construida sobre la mezquita mayor del siglo XII, preserva una quibla y un mihrab almohade de excepcional valor histórico. Este templo, que fusiona elementos cristianos e islámicos, refleja la transición cultural de Almería tras la Reconquista. Los aficionados al patrimonio pueden admirar su arquitectura, explorar su legado andalusí y descubrir un espacio que narra la convivencia de culturas en una ciudad que fue cruce de civilizaciones durante siglos.
El Parque Nicolás Salmerón, dividido en los tramos Viejo y Nuevo, es un oasis costero con árboles centenarios, jardines diseñados por Guillermo Langle y elementos como la Fuente de los Peces, creada por Perceval. Este espacio, que bordea el puerto, ofrece un lugar de descanso y paseo con vistas al Mediterráneo. Los visitantes pueden disfrutar de su sombra, contemplar sus esculturas y experimentar la tranquilidad de un parque que combina historia, arte y naturaleza en el corazón de Almería.
La Casa del Cine, ubicada en el palacete Cortijo Romero de 1866, rinde homenaje a la época dorada del cine en Almería, cuando la ciudad fue escenario de películas míticas y hogar temporal de figuras como John Lennon. Este museo, con exposiciones sobre rodajes y memorabilia, recrea la atmósfera de los spaghetti westerns y otros géneros. Los cinéfilos pueden recorrer sus salas, descubrir anécdotas de producciones legendarias y celebrar el vínculo de Almería con la industria cinematográfica internacional.
Lugares de interés del municipio y alrededores: Retamar, El Alquián, Cabo de Gata, La Cañada de San Urbano, Costacabana, Loma Cabrera, Níjar, Benahadux, Turrillas, Pechina, Tabernas, Gádor, Enix, Huércal de Almería, Viator.
Almería brilla con una excelente puntuación de 8.6 en popularidad y encanto para turistas en MasterGuest.