Albacete, provincia española en el sureste de la península ibérica, es un destino que combina paisajes naturales espectaculares, un rico patrimonio histórico y tradiciones culturales vibrantes. Situada en Castilla-La Mancha, ofrece desde parques naturales como las Lagunas de Ruidera y los Calares del Mundo hasta yacimientos arqueológicos y castillos medievales. Es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, la historia y la autenticidad manchega.
El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera es una joya de Albacete, con 15 lagunas conectadas por cascadas y arroyos del río Guadiana Alto. Este paisaje kárstico, compartido con Ciudad Real, impresiona con sus aguas turquesas y su biodiversidad, ideal para senderismo, kayak o avistamiento de aves. La Laguna de Pétrola, otro humedal destacado, atrae a aves migratorias como flamencos, ofreciendo un entorno tranquilo para los amantes de la ornitología.
El Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, en la Sierra del Segura, es un paraíso de simas, cuevas y ríos. Aquí se encuentra el Nacimiento del río Mundo en Riópar, donde el agua brota de una cueva formando un salto espectacular, conocido como “el reventón” tras lluvias intensas. La Sierra de las Cabras en Nerpio, con su rica biodiversidad, complementa este entorno montañoso, perfecto para rutas de senderismo y exploración geológica.
El Museo Arqueológico de Albacete, ubicado en el Parque Abelardo Sánchez, exhibe piezas desde la Prehistoria hasta la Edad Media, incluyendo hallazgos de yacimientos como el Tolmo de Minateda, un sitio visigodo con restos de murallas y una basílica, y Libisosa, una ciudad ibero-romana en Lezuza. La Cueva del Niño en Aýna y la Cueva de la Vieja en Alpera, con sus pinturas rupestres prehistóricas, son tesoros del arte levantino, declarados Patrimonio de la Humanidad.
El Castillo de Alcaraz, de origen medieval, preside esta localidad con sus ruinas del siglo XII, evocando el histórico alfoz de la comarca. Chinchilla de Montearagón, con su castillo y casco medieval en el cerro de San Blas, es otro enclave fortificado que transporta a la Edad Media. La Batalla de Almansa, un sitio histórico de 1707, marcó un hito en la Guerra de Sucesión Española, y su legado se explora en el museo local.
Alcalá del Júcar, un pueblo pintoresco junto al río Júcar, enamora con sus casas excavadas en la roca, su castillo árabe y su puente romano. El Embalse de El Cenajo, en el río Segura, impresiona por su gran capacidad y sus vistas, ideal para actividades acuáticas o paseos. Villarrobledo, con su conjunto histórico y su plaza antigua, añade un toque urbano con edificios renacentistas y un ambiente festivo.
El Museo de la Acuarela "Rafael Requena" en Caudete rinde homenaje al pintor local, exhibiendo sus delicadas obras junto a exposiciones temporales. Este museo, junto a los paisajes de las Lagunas de Ruidera, los yacimientos históricos y las sierras, refleja la diversidad de Albacete. Desde los saltos del río Mundo hasta los restos visigodos del Tolmo de Minateda, la provincia ofrece un viaje inolvidable por la historia y la naturaleza de Castilla-La Mancha.