Sant Cugat del Vallès es un encantador municipio ubicado en la comarca del Vallès Occidental en Cataluña.
Comencé mi día explorando el monumento más importante y conocido de la ciudad, el monestir de Sant Cugat. Esta antigua abadía benedictina fue construida entre los siglos IX y XIV y combina los estilos arquitectónicos románico y gótico. Quedé maravillado por su planta de tres naves con ábsides y capillas laterales, una estructura imponente que se encuentra en la Plaza Octavià.
A continuación, visité la Creu de terme de Sant Cugat, un bien cultural de interés nacional. Esta cruz de término se encuentra cerca del Monestir de Sant Cugat y es un símbolo histórico importante en la ciudad.
Recorrí el pintoresco Carrer Pahissa, una calle que alberga edificios notables y que refleja el encanto arquitectónico de Sant Cugat del Vallès.
Recorrí las calles de Sant Cugat del Vallès, disfrutando de su encanto y de la arquitectura local. Me detuve en cafés y tiendas para disfrutar de la vida local y apreciar la hospitalidad de sus habitantes.
No podía dejar de visitar el Castell de Canals, una fortaleza románica del siglo XII en Sant Cugat del Vallès. Su estilo arquitectónico románico y su ubicación imponente me transportaron a tiempos pasados.
Continué mi jornada explorando la Torre Negra, una masía románica fortificada que data del año 1145. Esta antigua fortaleza fue construida para proteger el territorio del Monestir de Sant Cugat del Vallès. Su ubicación en la Rambla de Can Bell y su historia fascinante la convierten en un lugar de interés único.
Decidí pasar la tarde explorando los encantos de Sant Cugat del Vallès, una ciudad llena de historia y belleza.
Comencé mi recorrido visitando la Riera de Sant Medir, un curso de agua que atraviesa Collserola y forma parte del Vallès Occidental. Su ubicación en Sant Medir ofrece un entorno natural tranquilo y hermoso para disfrutar de un paseo relajante.
A continuación, me dirigí al Celler Cooperatiu de Sant Cugat, un edificio modernista construido en 1921 y diseñado por el arquitecto Cèsar Martinell i Brunet. Quedé maravillado por su estilo arquitectónico modernista catalán. Este edificio emblemático se encuentra en la calle Balmes y la calle Sant Medir, y es un testimonio del legado artístico de la época.
Finalmente, me dirigí a disfrutar de la naturaleza en la riera de Sant Cugat, un afluente del río Ripoll que fluye por el margen derecho. Su ubicación en la Colònia Duran ofrece un entorno tranquilo y pintoresco para disfrutar de un paseo relajante.
Con recuerdos duraderos de mi día de turismo en Sant Cugat del Vallès, me despedí de esta encantadora ciudad catalana.