Anglès, un encantador municipio situado en la comarca de la Selva, fue el destino de mi día de turismo. Este municipio se encuentra en medio de un extenso valle, y la villa vieja se alza sobre una pequeña colina, mientras que el pueblo moderno se ha ido extendiendo hacia esta llanura y encima de algunas pequeñas colinas.
Comencé mi recorrido por la calle Mayor de Anglès, una de las calles más representativas y emblemáticas del municipio. Esta calle, con una construcción que se remonta a los siglos XI, XIV, XV, XIX y XX, exhibe un estilo arquitectónico que combina la obra popular con el gótico. Con sus edificios de carácter distintivo, me sentí inmerso en el encanto del pasado mientras recorría esta calle llena de historia.
Después, paseé por la calle de Abajo, la calle más característica del pueblo de Anglès. Con casas de origen medieval y una cronología que se extiende desde los siglos XIII hasta el XV, esta calle me transportó a épocas pasadas. Admiré la arquitectura tradicional de las casas y su autenticidad, que refleja la vida cotidiana del pasado.
Continué por la calle Mossèn Jacint Verdaguer, una calle situada en el barrio antiguo de Anglès. Esta calle, con una construcción que abarca los siglos XVI, XVIII, XIX y XX, presenta una combinación de estilo gótico y arquitectura popular. Aprecié los detalles arquitectónicos y el carácter pintoresco de esta calle, que me transportó a tiempos pasados.
Me acerqué a la calle del Empedrado, otra obra destacada del municipio de Anglès. Esta calle, con una pronunciada pendiente y construcciones de época medieval y casas góticas, me fascinó. Su construcción, que se remonta a los siglos XIV, XIX y XX, refleja el estilo arquitectónico popular y el gótico, y me cautivó su atmósfera única.
Continuando con la visita a Anglès, me dirigí a la plaça de la Vila, una plaza en el corazón del barrio antiguo. Es el espacio más amplio de la zona y se caracteriza por su construcción que se remonta a los siglos XIII y XIX. Con un estilo arquitectónico que combina la obra popular con el gótico, esta plaza es un lugar encantador donde pude disfrutar del ambiente y la belleza arquitectónica.
Luego, visité el Castell d'Anglès, una construcción emblemática del municipio. Este castillo, construido en los siglos XII, XIII y XV, se alza majestuosamente y ofrece una vista panorámica de la zona. Admiré la fortaleza y la historia que se respira en cada rincón de este imponente edificio.
Después, me dirigí a l'Ermita de Santa Bàrbara, un edificio religioso en el municipio de Anglès. Construida en los siglos XIII y XX, esta ermita destaca por su estilo arquitectónico de arte románico. Se encuentra en la sierra de Santa Bàrbara, brindando un entorno natural y sereno para la contemplación espiritual.
No podía perderme la visita a l'ermita de Sant Amanç, un santuario en el vecindario de les Masies de Sant Amanç, en el municipio de Anglès. Esta iglesia, construida en los siglos XI y XVIII, presenta un estilo arquitectónico que combina la arquitectura popular con el románico. Está ubicada en el extremo sur del término municipal, ofreciendo un entorno tranquilo y sereno para la práctica religiosa.
No podía dejar de visitar Sant Miquel d'Anglès, una iglesia situada en la Plaza de la Iglesia. Con un edificio de planta rectangular y una construcción que data de los siglos XVII y XX, esta obra destaca por su imponente campanario. El estilo arquitectónico de la iglesia combina elementos del Renacimiento y del barroco, creando un lugar de interés arquitectónico y espiritual.