El municipio de Benissa, situado en la comarca de la Marina Alta en la hermosa Costa Blanca de España, es un lugar de gran riqueza natural y patrimonial que atrae a visitantes de todas partes. Desde sus encantadoras calas y playas hasta su casco antiguo lleno de historia, Benissa es un destino perfecto para quienes buscan un equilibrio entre la tranquilidad de la costa y la autenticidad de un pueblo español tradicional.
Uno de los tesoros más preciados de Benissa son sus calas. Cala Pinets, en particular, es conocida por ser una pequeña joya escondida con aguas cristalinas y relativamente poca afluencia de turistas. Su entorno natural, rodeado de pinos, le otorga un ambiente tranquilo y relajado, ideal para disfrutar de un día de sol y mar en total armonía con la naturaleza.
Cala de la Llobella es otra de las calas destacadas de Benissa. A pesar de ser pequeña y aislada, su belleza y ambiente pacífico la convierten en un lugar perfecto para la natación y el buceo. El acceso puede requerir una caminata corta, pero la recompensa de sumergirse en sus aguas claras hace que valga la pena el esfuerzo.
La cala del Advocat es una opción popular para aquellos que buscan un lugar tranquilo y relajado para disfrutar del mar. Rodeada de impresionantes acantilados y aguas cristalinas, esta cala es perfecta para nadar y practicar snorkel. Además, es conocida por su fácil acceso y la ausencia de multitudes.
Cala Baladrar es otra joya de Benissa, con su característico entorno de pinos y cantos rodados. La combinación de la naturaleza, la tranquilidad y la belleza del mar hacen de este lugar un refugio perfecto para desconectar del ajetreo de la vida cotidiana. La cala cuenta con servicios, como un chiringuito, para garantizar la comodidad de los visitantes.
El casco antiguo de Benissa, en particular las calles Purísima y Desamparados, es un encantador laberinto de callejones empedrados, casas históricas y edificios de interés cultural. El Ayuntamiento, un edificio que data de 1790, es un ejemplo impresionante de la arquitectura tradicional de la zona y es un punto de referencia en la Plaza del Portal, que es el corazón del casco antiguo.
La Iglesia de la Purísima Xiqueta, de estilo neogótico, se erige majestuosamente en Benissa y es un importante sitio religioso y arquitectónico. Su elegante diseño y su presencia dominante la convierten en un punto de referencia en la ciudad.
La Casa Museo Albargues, construida en el siglo XVIII, es otro tesoro histórico de Benissa. Este museo es una ventana al pasado, donde los visitantes pueden explorar la vida cotidiana y las costumbres de la época. La exposición de objetos y muebles antiguos proporciona una visión única de la historia de la región.
La Bahía de les Bassetes es un pequeño puerto que brinda acceso a actividades acuáticas como la navegación y el buceo. Su ubicación en una costa salpicada de calas y playas lo convierte en un lugar ideal para disfrutar de deportes acuáticos y explorar la belleza del Mediterráneo.
La Playa la Fustera, con su arena dorada y aguas limpias, es un lugar perfecto para un día de sol y mar. Esta playa bien equipada ofrece instalaciones como chiringuitos y actividades deportivas, lo que la hace ideal para familias y amantes de la playa.
Para aquellos que buscan experimentar la naturaleza de Benissa, el Sendero Ecológico ofrece una oportunidad única para descubrir la flora y fauna de la región. Los amantes del senderismo pueden explorar la belleza natural de los alrededores de Benissa mientras siguen rutas que serpentean a través de la campiña.
La Sierra de Bèrnia, con su característico Forat de Bèrnia (un pasadizo excavado en la roca), es una atracción natural que atrae a senderistas y amantes de la montaña. Desde este mirador natural, se puede disfrutar de vistas espectaculares de la zona y, en particular, de la costa que se extiende hasta el horizonte.