Altea, un encantador municipio de la comarca de la Marina Baixa, es uno de los destinos más pintorescos de la Costa Blanca, situado en la provincia de Alicante. Este lugar, conocido por su mezcla única de belleza natural, arquitectura histórica y un ambiente mediterráneo relajante, ha atraído a residentes y visitantes durante décadas. Con su ubicación privilegiada frente al mar Mediterráneo y su rica historia cultural, Altea es un destino que combina perfectamente tradición y modernidad, ofreciendo una experiencia inolvidable a quienes la visitan. Su carácter artístico y bohemio también ha convertido a la ciudad en un refugio para artistas, escritores y amantes de la cultura.
Uno de los elementos más icónicos de Altea es la Iglesia de la Virgen del Consuelo, famosa por su distintiva cúpula de azulejos azules y blancos, un símbolo inconfundible de la localidad. Este impresionante edificio de estilo neobarroco, construido en el siglo XX, se alza majestuosamente en el corazón del casco antiguo. La iglesia se encuentra en la Plaza de la Iglesia, un espacio vibrante que actúa como el centro neurálgico de la vida cultural y social de Altea. Desde aquí, los visitantes pueden explorar las calles adoquinadas, como la Calle San Miguel y la Calle Mayor, que serpentean a través del casco antiguo. Estas calles no solo están llenas de encanto histórico, sino que también albergan una amplia variedad de tiendas de artesanía, boutiques y restaurantes que ofrecen una experiencia gastronómica auténtica y exquisita. Cada rincón de estas vías invita a detenerse y disfrutar del ambiente pintoresco y relajado que define a Altea.
El casco antiguo de Altea está rodeado de murallas históricas que datan de la época medieval, testigos silenciosos de su pasado como villa fortificada. Estas murallas protegieron a la ciudad durante siglos, y su legado se mantiene vivo gracias a las dos puertas emblemáticas que aún se conservan: el Portal Vell y el Portal Nou. Estos accesos, además de ser entradas al casco antiguo, son auténticos vestigios de la rica herencia histórica de Altea y representan la conexión entre el pasado y el presente de la localidad. Al cruzar estas puertas, los visitantes son transportados a una época en la que la vida giraba en torno a las murallas, las calles empedradas y las vistas al Mediterráneo, creando una atmósfera única llena de nostalgia y encanto.
Altea también es conocida por su Torre de Bellaguarda, una estructura histórica que se erige como un testimonio de la necesidad de defensa costera durante los siglos XVI y XVII. Situada en el barrio que lleva su nombre, esta antigua fortaleza ofrece una experiencia única para los amantes de la historia y la naturaleza. Desde lo alto de la torre, se pueden apreciar vistas panorámicas espectaculares de la costa y las montañas circundantes, que reflejan la rica diversidad paisajística de la región. Además, la Torre de Bellaguarda es un recordatorio del importante papel que Altea desempeñó en la defensa de la costa frente a las incursiones piratas, agregando un componente narrativo fascinante a cualquier visita.
Otro lugar destacado en el casco antiguo de Altea es el Mirador del Portal Vell, un rincón encantador que se ha convertido en uno de los puntos más emblemáticos para disfrutar de las vistas al mar Mediterráneo. Desde este mirador, los visitantes pueden deleitarse con una perspectiva inigualable del horizonte, mientras los rayos dorados del sol iluminan las aguas azules y los techos encalados del casco antiguo. Es un lugar ideal para relajarse, tomar fotografías y sumergirse en la serenidad del entorno. Los atardeceres desde el Mirador del Portal Vell son especialmente mágicos, atrayendo tanto a locales como a turistas que buscan un momento de contemplación y conexión con la belleza natural y cultural de Altea.
En cuanto a la arquitectura, la Casa Cervantes, ubicada en la Calle de Santa Bárbara, es un ejemplo fascinante de la influencia mudéjar que aún persiste en la región. Este edificio histórico, que destaca por su diseño ornamentado y detalles cuidadosamente elaborados, es un recordatorio tangible de la rica herencia cultural que Altea ha cultivado a lo largo de los siglos. Su arquitectura combina elementos tradicionales con toques únicos que reflejan el carácter distintivo de la localidad. Hoy en día, la Casa Cervantes no solo es un símbolo de la historia arquitectónica de Altea, sino también un espacio que invita a reflexionar sobre el legado cultural de la región y su conexión con el pasado.
El Paseo Marítimo de Altea, conocido popularmente como el Paseo del Mediterráneo, es un lugar imprescindible para quienes buscan disfrutar del ambiente relajado de esta localidad costera. Este extenso paseo ofrece un escenario perfecto para caminar junto al mar mientras se disfruta de la brisa marina y el sonido de las olas. A lo largo del paseo, se encuentran numerosos restaurantes y bares que ofrecen una exquisita gastronomía mediterránea, desde mariscos frescos hasta tapas tradicionales, todo ello acompañado de vistas espectaculares del Mediterráneo. Durante el día, el paseo es ideal para familias y turistas, mientras que por la noche se transforma en un lugar vibrante y animado, perfecto para una velada relajante frente al mar.
Altea también cuenta con una serie de playas encantadoras que satisfacen a todo tipo de visitantes. La Playa Cap Blanch, conocida por su amplitud y arena fina, es perfecta para largas jornadas de relajación bajo el sol. Por su parte, la Playa de la Roda, situada cerca del casco urbano, es ideal para familias gracias a sus tranquilas aguas y su fácil acceso. Para quienes buscan un entorno más pintoresco, la Playa Cap Negret ofrece un paisaje de guijarros negros que contrasta con el azul cristalino del mar. Además, el Puerto de Altea es un punto destacado de la costa, donde el Club Náutico Altea brinda opciones para actividades náuticas como vela y paseos en barco, añadiendo un toque de aventura al ambiente costero de la ciudad.
Si prefieres una experiencia más tranquila y rodeada de naturaleza, el Faro del Albir es una visita obligada. Este faro, situado en un lugar estratégico dentro del Parque Natural de la Sierra Gelada, es un refugio de paz donde los visitantes pueden disfrutar de impresionantes vistas panorámicas de la costa y el entorno natural. El camino hacia el faro es una ruta de fácil acceso que permite a los caminantes descubrir la flora y fauna del parque mientras se deleitan con vistas al mar. Al llegar al faro, el horizonte se despliega en todo su esplendor, ofreciendo una experiencia que combina serenidad y belleza natural.
Para aquellos interesados en explorar la vertiente religiosa y cultural de Altea, la Ermita de Sant Lluís, construida en 1946, es un sitio de gran importancia. Este pequeño templo, rodeado de un entorno tranquilo, es un espacio de devoción que invita a la reflexión y a la conexión espiritual. Además, el Mirador de la Muralla, situado en el casco antiguo, es otro lugar destacado que no debes perderte. Desde aquí, se pueden disfrutar de vistas panorámicas de la costa, el casco antiguo y la majestuosa Sierra Gelada. Este mirador combina a la perfección la historia y la belleza paisajística, ofreciendo una experiencia inolvidable tanto para los amantes de la fotografía como para quienes buscan momentos de contemplación en medio de un escenario impresionante.
Además de su belleza arquitectónica y su entorno costero, Altea también se enorgullece de su rica vida cultural y artística. A lo largo del año, el municipio acoge una variedad de eventos, incluyendo festivales de música, exhibiciones de arte y espectáculos de danza. El ambiente artístico de Altea atrae a talentosos artistas y creadores, y el municipio cuenta con una comunidad creativa y vibrante que enriquece la vida cultural de la zona. Además, los restaurantes locales ofrecen una experiencia culinaria excepcional, con una amplia gama de platos de la cocina mediterránea que deleitan a los paladares más exigentes. La combinación de arte, cultura y gastronomía en Altea hace que este rincón de la Costa Blanca sea un lugar verdaderamente especial para visitar y disfrutar.
Lugares de interés cercanos: Altea Hills, Foia Blanca, Puerto Azul, Bell Horitzó, Calp, Benissa, L'Alfàs del Pi, La Nucia, Xaló, Callosa d'en Sarrià, Alcalalí, Llíber, Pedreguer, Tàrbena.