Decidí pasar un día explorando el encantador municipio de Santa Susanna, ubicado en la comarca del Maresme, justo en la costa y entre Malgrat de Mar y Pineda de Mar.
Comencé mi día en el corazón de Santa Susanna, donde pude apreciar las diferentes zonas de la ciudad. Desde las poblaciones de Can Torrent-Alta Maresma y Can Gelat hasta la Zona Hotelera, cada una con su propio encanto y carácter.
Mi primera parada fue en la Capella de Santa Susanna, una pequeña iglesia de planta rectangular. Construida en el siglo XVI y en un estilo arquitectónico popular, esta capilla me cautivó con su sencillez y su conexión con la historia de la localidad.
A continuación, me dirigí al Sant Crist de Balasc, una pequeña capilla situada en las tierras bajas de Santa Susanna, cerca de la carretera del Maresme. Esta capilla, construida en el siglo XX con un estilo arquitectónico popular, ofreció un ambiente tranquilo y una hermosa vista de los alrededores.
No podía dejar de visitar la Església parroquial de Santa Susanna, una obra arquitectónica destacada en el municipio. Diseñada por el arquitecto Isidre Puig i Boada en el siglo XX, esta iglesia es un punto de referencia importante en Santa Susanna y se encuentra en la calle de Montagut.
Para disfrutar de la naturaleza y las vistas panorámicas, me aventuré a subir al Turó de la Guàrdia, una montaña de 240 metros que se encuentra entre Santa Susanna y Pineda de Mar. Desde la cima, pude admirar el paisaje costero y la belleza de la región.
Finalmente, visité el Turó Gros de Miralles, una montaña de 343 metros ubicada entre Santa Susanna y Tordera. Esta imponente montaña ofreció una experiencia única, con senderos para explorar y vistas impresionantes que valieron la pena.
Con recuerdos de la rica historia de Santa Susanna, la serenidad de sus capillas y la belleza natural de sus montañas, mi día de turismo llegó a su fin. Me despedí de este encantador municipio con la satisfacción de haber explorado sus tesoros culturales y disfrutado de su entorno natural.
Decidí aprovechar la tarde para continuar explorando los encantos de Santa Susanna, un lugar lleno de historia y belleza natural.
Comencé mi recorrido visitando la Torre de Can Pi o también conocida como Torre de Mas Galter. Esta antigua torre de defensa, construida en el siglo XV en un estilo arquitectónico popular, me fascinó con su estructura imponente y su conexión con el pasado. Aunque en desuso, la torre conserva su encanto y representa un testimonio histórico de la región.
Luego, me dirigí a las playas de Santa Susanna para disfrutar de la costa y relajarme junto al mar. Primero visité la platja de Llevant, una hermosa playa que se extiende a lo largo de la costa. Disfruté del sol, el sonido de las olas y la brisa marina mientras recorría la orilla y admiraba el paisaje.
Continué mi paseo hasta llegar a la platja de les Caletes, otra playa encantadora en Santa Susanna. Con su arena suave y aguas cristalinas, este rincón paradisíaco me brindó un lugar perfecto para relajarme y disfrutar de la tranquilidad.
Antes de finalizar mi tarde, decidí visitar el Búnquer antiaeri, ubicado en la playa de les Dunes. Este búnker circular, que formaba parte de las defensas antiaéreas, representa un testimonio de un pasado histórico más reciente. Fue fascinante explorar su estructura y reflexionar sobre la importancia de la protección en tiempos de conflicto.