Comencé mi recorrido por el barrio antiguo de la villa, donde los antiguos portales del recinto amurallado todavía conservan su atractivo carácter medieval. Me maravillé con la iglesia de Sant Pere, que, aunque de origen románico, exhibe una hermosa arquitectura gótica gracias a su reciente restauración. Desde allí, me dirigí hacia las afueras del pueblo, donde se encuentra la ermita de Sant Francesc, un mirador perfecto para contemplar el llano de Bages, y Santa Anna de Claret, un agradable lugar con dos iglesias: la románica de Santa Maria y la barroca de Santa Anna.
El núcleo urbano de Santpedor se ha desarrollado a lo largo de los siglos, y en el siglo XII se construyeron las primeras murallas que daban forma al casco antiguo. Hasta el siglo XVII, el pueblo mantuvo su estructura original, con estrechas calles medievales que desembocaban en los cinco portales del recinto amurallado. En el siglo XIX, las murallas fueron demolidas y se abrió paso a la expansión urbana.
Durante mi visita, no pude dejar de admirar la iglesia parroquial de Sant Pere, que se encuentra en el centro de Santpedor. Esta iglesia románica del siglo XII-XIII, con añadidos posteriores en los siglos XVI-XIX y XX, presenta un estilo arquitectónico gótico tardío y románico.
También me impresionó la antigua ermita de Sant Francesc de Santpedor, que data del siglo XIII y se considera una de las más antiguas de Cataluña. Su arquitectura románica es cautivadora y me transportó a tiempos pasados.
Durante mi tarde de turismo en Santpedor, me dirigí al Portal de Berga, también conocido como Portal de Cal Patet. Esta imponente puerta es uno de los vestigios que quedan de las antiguas murallas de la ciudad. Al atravesar esta puerta, me transporté al pasado y pude imaginar cómo era la vida en la ciudad fortificada de Santpedor. Admiré las partes inferiores del portal, construidas con grandes piedras radiales que mostraban la destreza de los antiguos constructores. También observé las estrechas saeteras laterales, que en su tiempo servían como puntos estratégicos de defensa.
Caminar por las calles cercanas al Portal de Berga fue como dar un paseo por la historia. Las casas y edificios históricos que rodean la zona crearon una atmósfera medieval encantadora. Me detuve a admirar la arquitectura de las construcciones y a imaginar cómo era la vida en aquellos tiempos remotos.
Caminando por las calles de Santpedor, me encontré con el Carrer de Santa Maria, una pintoresca calle con viviendas de dos pisos construidas principalmente en el siglo XVIII. También exploré el Carrer del Born, una estrecha calle con casas entre medianeras que conserva su diseño medieval, aunque las viviendas actuales fueron construidas y remodeladas en el siglo XVIII. Otra calle interesante que descubrí fue el Carrer dels Arcs, ubicado dentro del recinto amurallado de Santpedor y lleno de viviendas históricas.
Mi día de turismo en Santpedor fue una experiencia enriquecedora, explorando su legado medieval y maravillándome con su patrimonio arquitectónico. La combinación de calles empedradas, iglesias antiguas y la historia palpable en cada rincón hacen de Santpedor un destino fascinante para los amantes de la historia y la arquitectura.