Las Pedroñeras, en la provincia de Cuenca, es un municipio de la comarca de La Mancha conocido como la capital mundial del ajo morado. Su casco antiguo, centrado en la Plaza Mayor, alberga un rico patrimonio arquitectónico y religioso, mientras que el río Záncara y la Laguna de Manjavacas ofrecen entornos naturales para explorar. Con una economía impulsada por la producción de ajo y vino, Las Pedroñeras combina tradición agrícola, devoción religiosa y un legado de casas solariegas que invita a descubrir la esencia manchega.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo gótico-renacentista del siglo XVI, es el principal centro religioso de Las Pedroñeras. Su arquitectura manchega, con una fachada robusta y un interior de bóvedas elegantes, refleja la importancia histórica del municipio. Situada en el casco antiguo, esta iglesia es el escenario de ceremonias religiosas y festividades locales, atrayendo a visitantes que buscan admirar su patrimonio artístico y su papel central en la vida de la comunidad pedroñera.
La Plaza Mayor es el corazón manchego del casco antiguo, un espacio rodeado de arquitectura popular y edificios significativos que narran la historia de Las Pedroñeras. Con sus casas de fachadas encaladas y soportales tradicionales, esta plaza es el punto de encuentro para eventos culturales y mercados, donde los vecinos y visitantes disfrutan del ambiente local. La Casa-Palacio de los Molina, con sus portadas y blasones históricos, destaca como un ejemplo de la herencia nobiliaria que enriquece el entorno.
La Cooperativa de Ajos consolida a Las Pedroñeras como la capital del ajo morado, un producto emblemático de la región. Esta instalación, clave para la producción y comercialización del ajo, recibió la visita del príncipe Felipe en 1998, subrayando su relevancia económica. Los visitantes pueden conocer el proceso de cultivo y distribución de este producto estrella, que ha dado fama internacional al municipio, convirtiendo la cooperativa en un punto de interés para entender la identidad agrícola pedroñera.
El río Záncara, afluente del Gigüela, es un recurso hídrico vital para las vegas agrícolas de Las Pedroñeras, donde se cultivan ajos y otros productos. Este río, hogar del cangrejo americano, ofrece un entorno natural para paseos tranquilos, con orillas rodeadas de vegetación ribereña. La Laguna de Manjavacas, un humedal estacional parte del complejo lagunar manchego, atrae a observadores de aves y amantes de la naturaleza, con paisajes que cambian según la temporada y una rica biodiversidad.
La Ermita del Santo Sepulcro, junto a las ermitas de San Julián y del Cristo, refleja el fervor religioso de Las Pedroñeras. Estas construcciones, parte del patrimonio cristiano, son lugares de culto que conservan tradiciones locales, como romerías y celebraciones en honor a sus santos. Cada ermita, con su arquitectura sencilla pero cargada de significado, aporta un toque de devoción al municipio, invitando a los visitantes a explorar la fe pedroñera y su conexión con la historia.
Las Pedroñeras también destaca por su modernidad y patrimonio cultural. La Pedroñeras Bodegas, parte de la Cooperativa San Isidro fundada en 1958, produce vinos de calidad internacional que han recibido numerosos premios. El Polígono Industrial, con empresas de alimentación y servicios, muestra la diversificación económica del municipio. El casco antiguo, con casas-palacio como la Casa Mendizabal y la Casa Zapata, llenas de portadas y escudos, completa un destino donde la tradición agrícola, el fervor religioso y la arquitectura histórica se entrelazan.
Lugares de interés cercanos: San Clemente, Las Mesas, Rada de Haro, El Pedernoso, La Alberca de Záncara, Villaescusa de Haro, Belmonte, Villarrobledo, El Provencio.
Las Pedroñeras sobresale con una puntuación de 7.4 en popularidad y encanto para turistas en MasterGuest.